Este artículo está referido a un tipo de emprendedor:" EL ASALARIADO".
Aquel que tiene un trabajo seguro, con sus necesidades básicas cubiertas,
relacionadas a la rutina laboral, ingreso fijo, seguro médico, pero, con la
sensación de tener una ausencia de algo para llenar, es la víctima preferida de
una enfermedad altamente contagiosa llamada Emprendimiento, ya que la misma
implica un salto al vacío sin red, a una realidad 180º diferente a la vivida
hasta el momento, por lo cual, antes de caer en este estado deplorable de salud
financiera es recomendable tomar en cuenta la causa de su mal:
1. La causa sicológica:
Argumentos comunes en este caso: Deseo ser mi propio jefe, mi jefe es un
estúpido, los administradores no tienen ni un poco de conocimientos en el área,
no me valoran, etc. Si esta es la causa que siente ha causado el deseo de
emprender un negocio por cuenta propia, la recomendación es más simple y
segura, cambie de empleo o trabajo, utilice los contactos generados con
empresas similares o relacionadas al área de su competencia. Ud es un
hipocondríaco empresarial, es decir, cree tener una necesidad diferente de la
real. No se arriesge, ni a ud ni a su familia le está haciendo un favor.
2. La causa económica:
Quejas comunes: no me alcanza el salario, no me pagan lo que rindo a la
empresa, me han desmejorado las condiciones anteriores. Cualquier de esas
frases, son suficientes para de nuevo, ir a la receta anterior: cambie de
trabajo, no de vida. Una medida un poco menos drástica, puede ser conversar con
su superior y tratar de negociar un aumento, basado normalmente en el rendimiento
de su accionar y sus aportes a la empresa. Es recomendable que pueda demostrar
un cumplimiento superior a la media de la empresa.
Una causa como las anteriores son circunstanciales, por lo cual, el ímpetu
del emprendimiento tambien lo puede ser, sin embargo, la pérdida del dinero
invertido y la dificultad de encontrar un trabajo asalariado acorde con el
abandonado, pueden llegar a convertirse en situaciones permanentes, dejándolo
profundamente deprimido económicamente.
Y entonces, ¿cual debe ser la causa que origine un emprendimiento?, la
causa debe ser siempre una OPORTUNIDAD, una IDEA posiblemente rentable de
ejecutar. Ello constituye el norte de su acción, e incluso, le permite realizar
parte de su emprendimiento apalancado en su trabajo actual, hasta llegar a
cierto nivel de su planificación originaria.
No abandone una ruta segura, por una que ni siquiera ud haya trazado, porque inmediatamente deberá reconocer que se encuentra perdido, y cualquier
dirección que tome, sera mejor que la inactividad.
Salvo, por supuesto, que haya perdido el empleo, y en ese caso, hablamos de
otro tipo de emprendedor, el emprendedor por necesidad, pero ya será en otra
ocasión.